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Apple estaría dispuesto a entrar a lo grande en el mercado de la realidad virtual y la realidad aumentada con unas gafas que supondrían toda una revolución.
Tim Cook lleva tiempo diciéndolo en entrevistas: la realidad aumentada “lo va a cambiar todo” en el futuro, y lo que hemos visto con juegos como Pokémon GO son simples pasos de bebé en comparación con lo que va a llegar en el futuro. Para Apple, la realidad aumentada y en consecuencia la virtual va a suponer la próxima revolución después de la que empujó con el iPhone.
Y es por eso que cada vez hay más rumores de que en un laboratorio secreto del Apple Park se están desarrollando unas gafas de realidad aumentada. Serían unas “Apple Glasses” que se lanzarían en 2020, y que no se parecerían en nada a lo que estamos acostumbrados a ver por parte de fabricantes de gafas de realidad virtual como Oculus, HTC o Sony.
El proyecto de esas gafas, según CNET, tiene el nombre en clave de Proyecto T288 y utilizaría dos pantallas de resolución 8K (una para cada ojo). Cada panel sería capaz de proyectar contenido mezclado con lo que veríamos en la realidad o taparla completamente, para poder ofrecer inmersiones efectivas de realidad virtual o simplemente mostrar una película o serie.
Pero claro, ¿cómo podríamos dotar a un dispositivo tan pequeño como unas gafas para ejecutar no sólo una sino dos pantallas a resoluciones 8K? Los Mac más potentes “sólo” son capaces de soportar dos pantallas 5K externas, así que el salto en potencia necesario es evidente. CNET indica que los procesadores implicados tendrían que estar fabricados en 5 nanómetros.
De momento la fuente indica que las gafas se conectarían a un procesador central mediante un protocolo de comunicaciones inalámbricas de alta velocidad. Ese procesador estaría creado por la propia Apple, así que podemos despedirnos de cualquier aporte externo de Intel, y sería mucho más potente que todos los procesadores ARM que Apple ha diseñado hasta la fecha.
Ese procesador central, una “caja” que en un principio sería necesaria para poder utilizar las gafas, no sería un Mac pero de momento se parecería a una de esas torres de los ordenadores de escritorio tradicionales. La transferencia de datos inalámbrica también tendría que hacerse con un sistema muy específico, ya que habría que transmitir la información de las dos pantallas 8K son cables. Son muchos datos.
Otro avance es que estas gafas no necesitarían ningún sensor adicional como ahora mismo ocurre con modelos de gafas como los HTC. Bastaría con enchufar la caja con el procesador central, colocarse las gafas y listo. Libertad total de movimientos con lo que me imagino que serían unos auriculares semejantes a unos AirPods para sumergirse completamente en otro mundo.
Por supuesto, la idea final de esta tecnología es que la caja externa con los procesadores necesarios deje de ser necesaria para que las gafas por sí solas contengan todo lo necesario para funcionar. Pero hay que decirlo, por ahora no podemos nombrar a ninguna tecnología tan miniaturizada para poder ejecutar tantos gráficos. Y ya no hablemos de la batería que puede consumir eso.
Pero por algún sitio hay que empezar, ¿verdad? Apple está buscando tener una buena posición en lo que considera que será el próximo paso revolucionario de la tecnología. El kit de desarrollo ARKit ya está haciendo que se desarrollen las primeras aplicaciones de realidad aumentada para iOS, que lógicamente se podrán utilizar con esas supuestas gafas.
Además, se prevé que este mismo año se vendan 22 millones de gafas de realidad virtual. Y ya tenemos estas ventas en un mercado que supuestamente está naciendo, normal que desde Cupertino se hayan puesto manos a la obra para intentar liderarlo con un producto nuevo.
Fuente: Tecnoxplora