Olvídese de los Juegos Olímpicos de Río 2016. El evento deportivo más importante para los amantes de la tecnología será las primeras Olimpiadas cíborg que se celebrarán en Zúrich (Alemania) en el mes de octubre.
Allí se reunirán cerca de 80 grupos de científicos e ingenieros, de 25 países diferentes, que durante el Cybatlón proveerán a las máquinas a los jugadores (denominados pilotos) de los diseños de hardware más recientes para hacer que la vida de los discapacitados sea más fácil.
Como se explica en un extenso reportaje sobre el evento publicado en la revista Nature, su organizador, el ingeniero biomédico Robert Reiner, en un principio planeaba llevar a cabo un espectáculo en el que los tecnólogos pudiesen demostrar cómo se puede hacer frente a desafíos extremos utilizando implantes avanzados. Aunque esta idea cambió cuando se dio cuenta de que las tareas cotidianas despertaban más emoción entre aquellas personas que necesitan usar prótesis.
Por eso, en vez de crear una competición de pruebas de fuerza y resistencia como los Juegos Olímpicos, el Cybatlón se centrará en cómo puede emplearse la tecnología en el mundo real. Una carrera de personas con piernas protésicas permitirá probar, entre otras cosas, la habilidad del piloto a la hora de sentarse y levantarse. Una parte de las carreras con brazos protésicos consistirá en una competición de tender la ropa. Incluso una de las pruebas no requerirá ningún movimiento en absoluto, ya que en la competición de interfaces cerebro-ordenador consistirá en cómo los pilotos dirigen un personaje de videojuegos con la mente.
Hace unos años, este evento hubiera sido imposible. Sin embargo, estas tecnologías han madurado. El año pasado, unos médicos lograron fusionar una lesión medular de un hombre con un dispositivo electrónico, el cual permitía que las señales de su cerebro fueran procesadas por un ordenador y le permitiesen mover el brazo. Un exoesqueleto desarrollado por SuitX cuesta 36 mil euros, pero puede ayudar a que una persona discapacitada pueda andar. Incluso existe una mano robótica que puede transmitir una respuesta sensorial para discernir entre varias texturas, como por ejemplo rodamientos o papel de lija.
Así pues, la competición del Cybatlón parece que va a estar muy reñida.
Fuente: Agencia ID