Su proyecto científico presentado en Innovation Match 2016 abre la posibilidad de intercambio académico con importantes universidades y de transferencia tecnológica.
En nuestros días, todos los sistemas financieros, las redes sociales y muchas más vías de información en el mundo dependen del internet, por lo cual la demanda de ancho de banda y de canales de comunicación se ha ido incrementando. A ello debe sumarse la necesidad cada vez mayor de encriptar información para garantizar su seguridad, lo cual demanda mayor utilización de los canales de comunicación.
De acuerdo a las estimaciones de especialistas en la materia, para el año 2025 se prevé un “colapso” de las telecomunicaciones debido a que la demanda de transmisión de información superará la capacidad instalada y esta no podrá ser cubierta por la infraestructura existente. Es por ello que se trabaja actualmente en el desarrollo de nuevas fibras ópticas más eficientes y con mayores capacidades.
Al respecto, uno de los proyectos a nivel global que cuenta con avances significativos lo realiza la Universidad de Southampton, en el Reino Unido, y del que forma parte el mexicano Martín Miguel Ángel Núñez Velázquez, quien en la institución realiza sus estudios de doctorado en Opto-Electrónica.
El prototipo desarrollado por el equipo científico considera como elemento clave en la fabricación de fibra óptica el óxido de germanio, en reemplazo del óxido de silicio empleado hasta ahora, mismo que cuenta con la capacidad de incrementar los canales de transmisión en al menos 10 mil veces más en relación a los existentes, utilizando los más recientes adelantos en transmisión y procesamiento de señal. Además, es totalmente compatible con la tecnología actual, permitiendo hacer el remplazo de una fibra por otra.
“El centro de investigación en el que estoy haciendo mi doctorado vio nacer la fibra óptica hace más de 35 años, pero han llegado al límite máximo de utilización —refiere el maestro Núñez Velázquez, y agrega—. Lamentablemente existe una limitación fundamental por el óxido de silicio”.
Explica que el óxido de silicio es el material esencial en la fibra óptica actual, y tiene menores pérdidas en una longitud de onda de 1550 nanómetros, pero a partir de 1600 éstas se incrementan, lo que limita su capacidad de operación.
Al emplear óxido de germanio, la nueva fibra óptica tendrá capacidad de incrementar el número de los canales transmisión de información, así como su amplitud.
Asimismo, aclara que este tipo de fibra será más costosa, pero será la que se utilice en la red principal de internet, la que hará la conexión intercontinental y que abastecerá a los grandes clústeres que realizan las conexiones de mayor consumo de ancho de banda, no la que se utiliza a nivel doméstico que seguirá usando la fibra convencional de óxido de silicio.
“Lo que se prevé como colapso a 10 o 15 años tal vez no se dimensione actualmente, pero el retraso en una operación financiera en la bolsa de valores de una capital importante podría generar pánico y un efecto en la economía mundial. Por ello, trabajamos previendo esa limitante en la transmisión de información”.
“Hacemos pruebas de rendimiento de estas tecnologías con los sistemas actuales en conjunto con la Universidad de Bristol y en Londres, en un radio aproximado de 400 kilómetros, y con los canales que empleamos tenemos un rendimiento excelente”, explica el doctorante Núñez Velázquez.
Oportunidad de negocio
El proyecto “Nueva generación de fibras ópticas” se presentó en el foro Innovation Match realizado en Guadalajara en abril de 2016, evento organizado por el Centro Kappa de Conocimiento S. C., y en él se presentaron 600 proyectos de investigación de mexicanos en 34 países que buscan ser vinculados con empresas e instituciones para crear oportunidades de negocio.
Núñez Velázquez refiere como un éxito su presentación, pues de ella se han desprendido nueve contactos con entidades interesadas en el proyecto, por ejemplo, ha realizado un par de colaboraciones académicas con la Universidad de California, una más con otra institución en Canadá, negociaciones con un par de empresas fabricantes, y la invitación a participar en un proyecto a postular en la convocatoria México-Reino Unido.
El científico mexicano, quien es del presidente de la Sociedad de Estudiantes Mexicanos en el Reino Unido, explica que quienes participan de la investigación por parte de la Universidad de Southampton está en proceso de licenciamiento de la tecnología con una de las empresas interesadas, lo cual posiblemente se concrete hacia finales de año.