Científicos del grupo de investigación ‘ARIGRAFOS: Arquitectura e Ingeniería Gráfica, Forense y de Supervisión de Proyectos’ de la Universidad de Sevilla (España) han patentado una tapa con forma adaptable que evita la salida de malos olores y gases procedentes del interior de pozos, arquetas y otros depósitos.Este sistema está compuesto por una lona elástica con bordes anchos de goma que se coloca bajo una estructura metálica o de plástico, de escaso peso y extensible. De esta forma, permite ajustar los lados de dicha lona al perímetro del interior de la zona donde se instale, ya sea rectangular o circular.
Una vez introducida la tapa, desde los vértices y la parte central se despliegan unos perfiles que dan forma a la lona. Tras ello y mediante el giro de una tuerca, se ajustan unas varillas salientes de dichos perfiles con la función de tensar la tapa. “Para acoplarla debidamente a la boca del depósito, estos elementos extensibles funcionan como brazos telescópicos, uniéndose en el punto central”, explica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Sevilla, David Marín, uno de los autores de esta patente.
Para finalizar su instalación, los creadores de este invento han dispuesto unas varillas que convergen en una arandela central y permite un ajuste hermético. “Con el fin de asegurar un sellado adecuado, al enroscar la tuerca se ejerce presión sobre la arandela de la que parten las varillas, forzando a adaptar la geometría variable de la banda elástica, es decir, su forma, y también la de la lona elástica”, concreta Marín.
La principal novedad de este sistema es su adaptación a la forma habitual de las arquetas, pozos o depósitos, con el fin de evitar el escape de malos olores y gases, al mismo tiempo que garantiza la seguridad y también facilita el acceso y la limpieza de la zona. “Estas ventajas son posibles porque se puede colocar y retirar la tapa de sellado con facilidad y reutilizarlo todas las veces que se desee”, expone este experto.
Otra de las novedades de este sistema es su fácil montaje y desmontaje. “Al no necesitar obras de ningún tipo, se instala y desinstala en menos de 10 minutos por cualquier persona sin necesidad de conocimientos técnicos. Para acceder en cualquier momento al interior del depósito donde se encuentre, función que a veces otras tapas no permiten, tan sólo hay que desenroscar una tuerca. De esta forma se podría retirar tanto la lona como su estructura y reutilizarla en otro punto”, asegura Marín.
Por otro lado, esta tapa no afecta a su aspecto exterior y permite moldearla según la necesidad de cada caso. “Ya sea una arqueta, un pozo o un depósito, al ir colocado en el interior, no interfiere en su estética. Además, esta tapa es amoldable, por lo que se ajusta al lugar donde se coloca sin necesidad de modificar estos elementos”, aclara este científico.
Esta invención, en la que los investigadores llevan trabajando durante años, está ideada para su aplicación en la construcción. “A la hora de diseñar esta tapa lo hicimos pensando en el sector de la edificación y sobre todo para el saneamiento de edificios, patios, zonas de rodadura y pasos exteriores e interiores habitados, que es donde se producen los problemas de olores y emanación de gases”, apostilla el autor de la patente.
Por último, los científicos señalan las diversas utilidades de este sistema más allá de su uso industrial. “Por ahora, los modelos que hemos registrados son para sellar elementos con forma cuadrada, rectangular y circular, pero seguimos estudiando su adaptación a otras geometrías y que además pueda fabricarse totalmente desmontable y plegable al mismo tiempo. Por otra parte, la intención es adaptar este modelo para tapar recipientes de menor dimensión empleados para la conservación, por ejemplo, de sustancias o alimentos”, anuncia Marín.
Fuente: Fundación Descubre