La realidad virtual puede ser muy convincente, pero una limitación actual es la incapacidad de simular cambios ambientales en el entorno, como la temperatura.
Ahora, Jas Brooks, Steven Nagel y Pedro Lopes diseñaron un dispositivo adicional que utiliza las propiedades de diferentes aromas para simular la sensación de calor y frío.
Construido a partir de microbombas y un atomizador, el dispositivo pulveriza una sustancia química (capsaicina para calor y eucaliptol para frío) en las fosas nasales del usuario de un dispositivo de Realidad Virtual (VR). Estimulando el nervio trigémino y produciendo una ilusión térmica.
Realidad Virtual: Nervio Trigemino
Este nervio trigémino es responsable de detectar los cambios de temperatura, pero también reacciona a sustancias químicas como el mentol o la capsaicina. Por lo que las mentas para el aliento se sienten frías y con los chiles se siente calor.
Así el dispositivo puede emular el ambiente caluroso de un desierto al emitir un aroma a base de capsaicina y la frescura de una montaña helada al emitir eucaliptol.
La retroalimentación háptica permite que las experiencias de realidad virtual coincidan con nuestras expectativas sensoriales más allá del realismo visual. Hoy en día, los investigadores se centran en diseñar dispositivos portátiles que brinden sensaciones hápticas realistas, como el tacto e interacción de fuerza.
Más recientemente, algunos investigadores comenzaron a centrarse también en estimular nuevos sentidos, como el olfato y la termocepción (la sensación de cambios en la temperatura). Este último ha demostrado ser extremadamente difícil de miniaturizar en dispositivos portátiles porque, para crear la sensación de temperatura, los investigadores utilizan lámparas de calor o materiales termoeléctricos, por ejemplo Peltiers, que consumen mucha energía y requieren grandes baterías.
El proyecto basado en el nervio trigémino, explora una ilusión de temperatura que se puede lograr con electrónica de baja potencia y permite la miniaturización de simples sensaciones ambientales cálidas o frías.
Frío y Calor
En una demostración del dispositivo vemos cómo los usuarios pueden sentir el calor de un horno, el frío del viento invernal e incluso los gases de un generador en un entorno virtual.
En el experimento de realidad virtual, el usuario se encuentra en una cabaña en el bosque durante el invierno. Aquí se muestra que siente el calor de un horno. El dispositivo atomiza una tintura de pimienta de cayena (capsaicina) para crear una sensación de calor.
Cuando el usuario se encuentra en la puerta de la cabina sin calefacción ni electricidad, siente que la temperatura baja cuando el frío de la montaña llega. El sistema atomiza el eucaliptol, que estimula los receptores fríos del nervio trigémino.
A medida que el usuario camina hacia el frío de la montaña, el dispositivo atomiza el eucaliptol más rápido para inducir una temperatura ambiente más fría que en la puerta.
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Cuando enciende un generador, éste comienza a calentarse y quemar combustible. El dispositivo procesa la interacción al mezclar simultáneamente un olor a combustible (estimulante olfativo) con la capcaisina (estimulante trigémino).
Ahora en la simulación se restablece la energía, la persona se aleja del generador, por lo tanto, el dispositivo deja de emitir capsaicina. A medida que se aleja, vuelve a entrar en la cabina y encuentra el horno nuevamente encendido, el dispositivo desvanece lentamente el efecto del eucaliptol y aumenta el efecto de capsaicina. Creando así la sensación de que la habitación se calienta de nuevo.
El proyecto augura buenas experiencias sobre la ilusión de sentir frío y calor a un precio módico. Aunque todavía falta trabajar en algunos aspectos como el que todavía es limitado en el efecto.
Es decir, puede simular una “chimenea cálida” pero no una “brasa de carbón caliente”.
Como cualquier contenedor de química olfativa portátil, el dispositivo se basa en depósitos que deben rellenarse, aunque un depósito dura aproximadamente 2 horas; los cambios en el olor actúan principalmente en el nervio trigémino en la vía nasal. Por lo tanto, no se distribuyen por toda la piel del usuario; y por último, la sensación de temperatura está ligada a la buena o mala respiración del usuario.
Como primera aproximación en la estimulación del nervio trigémino, todavía hay muchas vías inexploradas. Sin embargo, se cree que este proyecto ofrece un primer paso sólido en encontrar otras modalidades para la sensación de la temperatura. Esperemos más alternativas como ésta en la búsqueda de una realidad virtual más interesante.
Fuente:
Islas, A. A. (2020, 26 julio). ¿Podremos sentir frío y calor en realidad virtual? Recuperado 15 de octubre de 2020, de https://www.talent-republic.tv/creative/realidad-aumentada/podremos-sentir-frio-y-calor-en-realidad-virtual/