Frente al dominio de las pantallas táctiles, una nueva tendencia se asoma en el terreno del diseño de experiencia de usuario, las interacciones sin pantalla o Zero UI (user interface). Comparten el objetivo de crear respuestas por fuera de la pantalla, y se originan en tecnologías que permiten otro tipo de interacciones más naturales al comportamiento humano, como los comandos por voz, gestos, o inclusive pulso, tacto u ondas neuronales.
En los últimos 30 años aproximadamente, todas las interacciones con dispositivos electrónicos se hicieron a través de una pantalla. Lo que permiten ahora las tecnologías de Zero UI, es interactuar en el espacio virtual sin una interfaz gráfica tradicional.
Sin embargo, la idea de Zero UI no surge porque alguien quiere interactuar sin interfaz, sino porque dentro de un contexto determinado se requiere una interacción en la que no conviene que el usuario utilice el tacto (ya sea con una pantalla o con el mouse). Desde el contexto de usuario, podemos pensar en una persona que se encuentra manejando y necesita acceder a determinada información. En este caso, una de las formas más eficiente y efectiva para lograrlo es el comando de voz.
La necesidad por este tipo de interacciones existe desde hace mucho tiempo, la diferencia es que el avance de la tecnología actual nos permite que esto sea posible gracias a 3 grandes factores:
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El incremento de la capacidad de procesamiento a nivel hardware que tienen los dispositivos para decodificar una instrucción de voz u otro tipo de interacción.
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Alcance del almacenamiento en la nube (Cloud) y procesamiento de grandes cantidades de información heterogénea y distribuida en diferentes puntos (Big Data)
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La Inteligencia Artificial que nos permite decodificar información y mezclar todos esos datos para que las computadoras aprendan más rápido.
En el mercado vemos que las aplicaciones de comando de voz son las más populares. Esto se debe a que los seres humanos desarrollamos más la vista y el oído, pero se están creando interacciones orientadas a otros sentidos aunque en una etapa más exploratoria. Una de estas tecnologías es la lectura o decodificación de algunos tipos de caracteres, palabras o signos idiomáticos mediante pulsos eléctricos en la piel, permitiendo tanto a personas videntes, no-videntes o que hablan distintos idiomas, conversar a través del tacto. También, en este mismo estado de exploración, hay aplicaciones e incluso juegos que te ayudan a hacer foco conduciendo impulsos neuronales hacia objetos con sensores y moverlos a través de la mente.
Barreras en la adopción
Se preguntarán, porqué no vemos más de estas propuestas. La razón es que aunque la tecnología y los contextos de uso ya están establecidos, se requiere una mayor adopción por parte de los usuarios. Estas limitaciones muchas veces tienen que ver con cuestiones de privacidad y seguridad, hasta dónde quiere el usuario dar acceso a sus datos u otorgarle ese control a una determinada tecnología.
La adopción del usuario está afectada por diversos factores, no sólo cuánto cuesta una tecnología, sino también aspectos éticos, morales y de seguridad. Mientras que las tecnologías son económicamente cada vez más accesibles, no se masifican porque no hay leyes que las regulen. Un claro ejemplo es el caso de automóviles que se manejan solos, ya existen en el mercado, incluso las estadísticas muestran que son mucho más seguros que la conducción manual, pero la falta de actualización en la legislación de las aseguradoras frena su avance. Sumado a el costo del producto y el nivel de adopción bajo entre la población. El punto es que cómo la tecnología avance o no, nunca depende de un solo factor.
Industrias privilegiadas en la adopción de Zero UI
La industria financiera, encontrará en Zero UI un factor clave para reducir la fricción en los puntos de contacto con el cliente. En este ámbito lo más inmediato está relacionado con la tecnología biométrica, y es en el área de autentificación donde la legislación más está avanzando. Esto significa, por ejemplo, poder hacer transferencias validando la identidad a través de la voz, el iris u otros sensores biométricos.
En esta misma industria pero de cara interna a la organización, también empezaron a desarrollarse más aplicaciones de visualización, gestión y extrapolación de datos. Esto permitiría interactuar con datos al mejor estilo de la película “Minority Report” donde vemos a Tom Cruise navegar por pantallas digitales mediante gestos que realiza con las manos, o como nos acostumbró a jugar Nintendo con la consola Wii.
Otras dos industrias que van a adoptar con facilidad el Zero UI es Retail y Gaming. La primera se verá muy beneficiada sobre todo en lo respectivo a IoT (Internet of Things) y el uso de sensores conectados. Amazon Go, es una tienda física de Amazon donde el consumidor se loggea con el celular en el ingreso, y mediante Inteligencia Artificial y sensores, se registran todos los productos seleccionados en un carro de compras online que se pagan directamente desde la app al salir del negocio.
Por el lado de gaming y la industria del entretenimiento, las estrellas son la Realidad Aumentada y la Realidad Virtual que permiten interactuar con gestos más naturales y con significados similares del mundo real para ayudar a traducir emociones y acciones al mundo digital. Existen un montón de prototipos de juegos inmersivos que aumentan exponencialmente el engagement y la participación del jugador.
“La mejor interfaz es ninguna interfaz”, Golden Krishna.
Todas estas tecnologías están en un estado de exploración y cada vez más se innovará en sistemas de notificación más interactivos y orientados a la acción para ayudar a guiarnos a través de aplicaciones digitales de la manera correcta en base a quiénes somos y cómo los usamos.
El Zero UI es una tendencia que inició hace tiempo y vino para quedarse, ya que ofrece una solución a necesidades que tenemos hace tiempo. En los próximos años, con el crecimiento de otras tecnologías como la lectura de impulsos neuronales o sensores biométricos, esta tecnología va a explotar mucho más y las posibilidades van a ser alucinantes. El desafío será cómo conectar experiencias fragmentadas en un solo viaje digital del cliente.
Fuente: SG