La cuna de la tecnología, el software y las empresas de Internet, San Francisco, busca precisamente en este sector la herramienta que ayude a las personas sin hogar de la ciudad a salir de la calle.
Una de las ciudades del mundo con la renta de alquiler más alta del mundo, San Francisco también es un lugar donde el problema de las personas sin hogar es visible. No en vano hay alrededor de 7.500 de ellas.
Las autoridades de la ciudad han decidido paliar el problema con la misma herramienta que le ha ayudado a crecer económicamente: la tecnología. Para ello han recurrido a la startup BitFocus. Esta ha creado una plataforma para reunir toda la información posible sobre las personas sin hogar en San Francisco.
El programa se llama ONE System y ofrece la posibilidad de monitorizar a cada una de las personas sin hogar en San Francisco. La startup que lo ha creado afirma centrarse en las personas y no en la tecnología, pero lo cierto es que es especialista en software de gestión.
El propósito del programa es reunir información asociada con el colectivo de los sin techo para entender mejor sus necesidades y poder abordarlas. Para eso se realiza un cuestionario a las personas que participan en el proyecto, con el fin de evaluar su situación personal. Además, se incorporan datos de 15 agencias federales y gobiernos municipales. Todo este bagaje, junto con un registro de los lugares que frecuenta cada individuo, se procesa para crear una base de datos con perfiles digitales de los participantes.
Así, las autoridades pueden conocer mejor las necesidades de sanidad o de alojamiento que tiene cada persona y, en conjunto, la ciudad. Los responsables esperan que sirva para orientar mejor los recursos y para obtener fondos cuando se necesiten.
Tras cinco meses desde su implantación, ONE System ha ayudado a 70 personas a salir de la calle. No parece una cifra sólida para paliar la magnitud del problema, pero los responsables del proyecto esperan que para 2022 el volumen de gente sin hogar se haya reducido a la mitad.
La iniciativa no está exenta de polémica. Pocos dudan de la buena intención, pero el método sí es discutido. La recopilación de datos se lleva a cabo con el consentimiento de los participantes, pero la información es altamente sensible y se merece un tratamiento adaptado, cosa que no sucede. En los perfiles digitales trazados en la plataforma hay información de carácter muy personal, como adicciones, problemas de salud, incluso cuestiones que implican acciones ilegales.
Toda la información está reunida en la plataforma y todo lo que se sube a una plataforma digital, accesible desde Internet, es hackeable. Pero, aunque nadie entrara por fuerza en esa base de datos, si la policía, el FBI o algún otro organismo del orden pidiera datos sobre algún individuo, los responsables del proyecto tendrían difícil negarse a ello. Aunque afirman que la plataforma no se convertirá en una herramienta de investigación para la policía.
Fuente: Tecnoxplora