Prácticamente todos los jóvenes israelíes tienen contacto con las últimas tecnologías y tras ello, algunos fundan empresas.
Las razones por las cuales Israel es un país donde surgen 1,000 startups tecnológicas cada año son varias –universidades de calidad y apoyo del gobierno, entre ellas–, pero una es exclusiva de este país de Medio Oriente: todos sus jóvenes tienen contacto con la alta tecnología.
¿Dónde? En el Ejército, al realizar su servicio militar, el cual es obligatorio por 3 años para los hombres y 2 años para las mujeres.
Por razones de defensa en un contexto internacional de conflicto, las Fuerzas Armadas israelíes desarrollan y emplean tecnologías de alta generación y durante su servicio militar, los jóvenes tienen contacto con ellas.
Al terminar su periodo en el Ejército, algunos se dedican a crear sus propias empresas, afirmó Uriel Raviv, Consejero Económico de Israel en México, durante un seminario de política exterior organizado por la Embajada de ese país.
Los sectores en los que las empresas israelíes han innovado son el desarrollo de software de fintech y de seguridad tecnologías de agua, telecomunicaciones, agricultura, energía renovables, dispositivos médicos y la industria aeroespacial.
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Claro que el hecho de estar en contacto con la tecnología no basta para el florecimiento de startups, ahí es donde entran los otros factores.
Israel presume ocupar el primer lugar a nivel mundial en calidad de instituciones científicas, el tercer lugar en infraestructura científica y el cuarto en infraestructura tecnológica.
Otro factor es la vinculación entre la academia y las empresas, la cual se logra pues todas las universidades cuentan con unidades llamadas “trans-tech”, las cuales transfieren tecnología al sector privado.
Reconocido por diversas compañías, el apoyo del gobierno las ha ayudado a formarse, crecer y llegar al extranjero, ya que es una prioridad para el país la investigación y el desarrollo (R+D).
Raviv señaló que Israel cuenta con una Autoridad de Innovación, la cual tiene un presupuesto 1,000 mdd al año para otorgarlos a startups que no han podido ser financiadas por fondos de capital.
“El gobierno puede y quiere tomar más riesgos que los venture capital privados”, expresó el funcionario.
Aunado a esto, el Estado israelí cuenta con su Instituto de Exportación y Cooperación Internacional, así como una red de oficinas de comercio en el extranjero, para apoyar la salidas de las empresas.
En 2017, las exportaciones de Israel sumaron 102,000 millones de dólares (mdd), la mayoría provenientes de productos y servicios hi-tech, refirió Raviv.
En este marco, México es para Israel el segundo mercado en Latinoamérica, sólo después de Brasil, y una centena de empresas de ese país tienen representación en nuestra nación, principalmente dedicadas a las áreas de farmacéutica, turismo, telecomunicaciones e infraestructura.
Más allá del comercio, las compañías israelíes han llamado la atención de empresas mexicanas, como fue el caso de Mexichem, que compró el 80% de Netafim, dedicada a la agricultura tecnificada y de alta tecnología.
Fuente: Forbes