Por si aún no estábamos lo bastante paranoicos con la seguridad de nuestros datos y la posibilidad de que alguien los suplante, un grupo de científicos acaba de crear un nuevo software especializado en falsificar la escritura manual de cualquier persona, viva o muerta. Solo necesita examinar una muestra de texto y hasta un experto se vería en problemas para diferenciarla.
El software se basa en un algoritmo desarrollado por los doctores Tom Haines, Oisin Mac Aodha, y Gabriel Brostow, del Colegio Universitario de Londres.
La idea de que una máquina imite nuestra escritura no es nueva, pero sus resultados hasta ahora han sido muy limitados. En el mejor de los casos, lo que se conseguía era crear una tipografía que imitaba la letra de la persona con algunos rasgos limitados que introducían algo de variedad al conjunto. El resultado era bonito pero nada que pudiese confundirse con un texto manuscrito por el autor original de la letra.
El algoritmo desarrollado en Londres es diferente. Para funcionar necesita analizar un párrafo completo de escritura manual. Después, aísla los rasgos distintivo de la escritura como el grosor variable de los trazos, las maneras en las que ligamos los caracteres en cada letra, y el espaciado horizontal y vertical. El resultado es un texto sorprendentemente parecido al original.
¿Para que desarrollar un algoritmo capaz de falsificar textos con tanto detalle? En un mundo en el que cada vez se escribe menos a mano no tiene mucho sentido, pero sus creadores creen que puede ser de utilidad como una forma de conservar el patrimonio intelectual de personajes célebres de una manera más fidedigna. Incluso se puede emplear con fines lúdicos, como en las novelas gráficas o para subtítulos en cine.