Esta es la conclusión a la que se ha llegado en una investigación realizada por el equipo de Raghu Deshpande, de la Universidad de Karlstad en Suecia.
La población del mundo está aumentando, lo que significa que la demanda de ropa y otros productos textiles también está creciendo. El consumo textil global en 2050 podría triplicarse respecto al de 2015. La producción de algodón, que solía ser la materia prima predominante para las fibras textiles, disminuirá debido a que se necesitan tierras para la producción de alimentos. Después de todo, podemos vestirnos con plástico, pero no comérnoslo. Actualmente, alrededor del 60 por ciento de los tejidos textiles se produce a partir del petróleo, pero dado que este no es una materia prima renovable dejará de estar disponible en un futuro no demasiado lejano. Se necesitan pues nuevas materias primas textiles renovables y respetuosas con el medio ambiente que satisfagan las necesidades futuras.
Se señala a menudo que la industria maderera tiene un problema con las ventas, cada vez menores, por culpa del descenso en el consumo del papel. La demanda de periódicos y de hojas de papel para la escritura a mano o mecanografiada está cayendo. Sin embargo, este descenso podría compensarse con la demanda de fibras textiles respetuosas con el medio ambiente y elaborables a partir de materiales extraíbles de la madera, una demanda que pronto aumentará según diversas estimaciones.
Fuente: Noticias de la Ciencia