Cuando los médicos nos prescriben ciertos medicamentos saben que al hacerlo se pueden presentar algunos efectos secundarios. Eso es importante para todo tipo de pacientes, pero lo es mucho más en pacientes con una situación mucho más severa en la que este tipo de efectos pueden acabar siendo fatales.
Para tratar de aliviar el problema un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan han creado un microchip que en esencia simula el comportamiento de un riñón humano y permite que se pueda analizar el comportamiento de un medicamento.
Las pruebas de fármacos podrían beneficiarse de forma notable
Shuichi Takayama, uno de los responsables de este desarrollo, explicaba cómo “cuando administras un medicamento, su concentración crece rápidamente y se filtra gradualmente a medida que fluye por el hígado. El ‘riñón en un chip’ nos permite simular ese proceso de filtrado, proporcionando una forma mucho más precisa de estudiar cómo los medicamentos se comportan en el cuerpo”.
El microchip consta de una membrana permeable de poliéster y de una capa de células de un riñón cultivado que son las que permiten simular ese comportamiento. Los primeros resultados no solo indican cuáles son los efectos de los medicamentos, sino que revelan las mejores formas de administrarlos.
Según Takayama este sistema podría servir no solo para estudiar el comportamiento de los medicamentos en el riñón, sino también en otros órganos como el corazón o el hígado, algo que podría suponer una interesante alternativa a las pruebas médicas en animales y que podría acelerar esa fase de pruebas y la salida al mercado de nuevos fármacos.
Fuente: Xataca