como una herramienta de rehabilitación.
Un accidente o ataque cerebral sucede cuando se obstruye el abastecimiento de sangre en alguna parte del cerebro por un sangrado o coágulo, lo cual provoca que las células del cerebro en las áreas afectadas se mueran. Las enfermedades cerebrovasculares constituyen, en la actualidad, uno de los más importantes problemas de salud pública.
Según la Organización Mundial de la Salud, 15 millones de personas en el mundo sufren de un derrame cerebral cada año. El 66% de ellas mueren o padecen de discapacidad física permanente.
El guante está diseñado para inducir plasticidad neural en el paciente a través de ejercicios específicos y personalizados con ludificación.
“Solo con mover la mano de alguien de determinada manera no se mejora la condición de esa persona porque una gran parte de la rehabilitación tiene lugar en el cerebro. Vemos mucho hincapié en la parte clínica de las cosas pero no lo suficiente en la motivacional”, dijo Ban Ho Young, responsable del proyecto.
Rafael Smart Glove, cuenta con sensores encargados de monitorizar el movimiento del brazo y de la mano del paciente. Estos mandan la información obtenida a una computadora que analiza y almacena el movimiento producido por cada una de las partes, lo cual permite un estudio exhaustivo del paciente.
En cuanto a los elementos de ludificación, estos se centran en mantener a los pacientes involucrados y con interés en los ejercicios de rehabilitación repetitivos. A manera de mantenerlos motivados durante todo el proceso de rehabilitación, actualizandose mensualmente y adecuado para que cada uno para ciertos movimientos en especifico.
Por ejemplo, para flexión y extensión de los dedos, hay un ejercicio de exprimir una naranja, y para la pronación y supinación del antebrazo que te ayuda a tornar la palma hacia arriba o hacia abajo hay un ejercicio de verter vino.
Sin duda un dispositivo útil para pacientes con apoplejía, que refieren su uso apenas comienza a implementarse en hospitales surcoreano. Sin embargo por ahora el precio de Rapael ronda los 10 mil dólares, algo que podría representar una barrera para su uso fuera de los hospitales; no obstante, la compañía adelantó que ofrecerá un modelo de renta para el guante que no rebasará los 85 dólares.