Durante los seis meses que Thomas Pesquet pasó en la Estación Espacial Internacional llevando a cabo la misión Proxima, la ESA vigiló cuidadosamente su salud, como hace con todos sus astronautas.Con pruebas que abarcan desde la forma física hasta el análisis de su sangre, los especialistas de la ESA protegen y promueven la salud de los astronautas antes, durante y después de que viajen al espacio.
Los motivos de dichas protección y promoción son múltiples:
-Limitar la necesidad de adaptación física y fisiológica cuando se pasa tiempo en el espacio.
-Garantizar que los astronautas puedan llevar a cabo sus labores en el espacio y que estén preparados para las exigencias físicas que supone regresar a la Tierra y retomar la vida normal.
-Comprender mejor cómo se adapta el cuerpo humano a la vida en el espacio, algo clave para entender los riesgos que afrontarán los astronautas en misiones de exploración del espacio profundo y para desarrollar sistemas que contribuyan a proteger su salud y garantizar el éxito de las misiones.
-Ayudarnos a comprender cómo proteger y promover la salud aquí en la Tierra, especialmente en áreas donde la gravedad es un factor importante, como el mantenimiento de la fortaleza muscular y ósea.
Para conseguir estos objetivos, la ESA está poniendo en marcha nuevos experimentos y probando tecnologías innovadoras continuamente.
Durante la misión Proxima, la ESA evaluó “EveryWear”, un experimento que recopila datos de salud de los astronautas a través de un sistema de sensores ponibles y los transfiere de forma inalámbrica a una tableta en la Estación Espacial.
Una aplicación desarrollada por la agencia espacial francesa CNES, con especialistas de MEDES y de la ESA, almacena los datos y permite enviarlos fácilmente a los especialistas en medicina espacial de la ESA, que los emplean para tomar decisiones y emitir recomendaciones relacionadas con la salud del astronauta.
El hardware de EveryWear está formado por tres sensores, incluyendo una camiseta biométrica inteligente, el parche biométrico e-Tact desarrollado por BodyCap, y un tonómetro patrocinado por la ESA en colaboración con INSERM.
El tonómetro es un sensor piezoeléctrico que se lleva en el dedo y que mide la rigidez arterial (permitiendo evaluar la salud cardiovascular) del astronauta, mientras que la camiseta inteligente registra su actividad cardíaca (electrocardiograma) y su actividad física.
El parche se coloca en el antebrazo o el pecho del astronauta y registra la temperatura corporal, la orientación y la actividad. Cuenta con un módulo de radiofrecuencia, desarrollado por Insight SiP, que funciona como pasarela de radio en miniatura para conectarse a la tableta de forma inalámbrica.
Este tipo de dispositivos ponibles presentan diversas aplicaciones, por ejemplo en el deporte y la forma física, la ergonomía y la monitorización remota de pacientes.
Fuente: ESA