La fundación del matrimonio quiere unir tecnología y ciencia para obtener mejores resultados y prevenir enfermedades
Acabar con las grandes enfermedades antes del final de siglo, esa es la meta que plantea el matrimonioChan Zuckerberg a través de su fundación. Hace menos de un año que la presentaron y decidieron donar el 99% de sus acciones de Facebook, una cifra que supera los 45.000 millones de dólares en diferentes causas. Este miércoles han explicado cuál será su primer gran plan: invertir 3.000 millones de dólares durante los próximos 10 años para investigar, curar y prevenir enfermedades.
El BioHub será el núcleo del proyecto, un centro cuya sede dieron de alta en abril, estará en San Francisco, en el 394 de la Avenida Pacific. En el mismo colaborarán con investigadores de UCSF, Stanford y Berkeley, los tres grandes centro de la zona. La inversión para este centro será de 600 millones.
En el centro no solo contarán con investigadores de datos y creadores de software, también quieren crear un equipo dedicado a dar forma a nuevos aparatos que se puedan convertir en herramientas que se usen otros laboratorios.
Priscilla Chan, doctora de formación y ahora estudiante de neurociencia en Stanford, explicó los motivos para esta gran donación: “Mark y yo hemos pasado los dos últimos años hablando con todo tipo de científicos, desde premios Nobel y estudiantes. Creemos que nuestros niños merecen un futuro mejor. Tenemos una meta, curar las enfermedades a lo largo de su vida. Esto no quiere decir que no vayamos a enfermar, pero sí que lo hagan menos. Tenemos que conseguir que la detección sea más temprana y los tratamientos mejores”.
Aunque pidieron la colaboración de la comunidad científica, fueron especialmente críticos con los métodos usados en la actualidad, en los que consideran que no se arriesga lo suficiente, faltan equipos de varias disciplinas y el método es poco flexible. La visión de Zuckerberg encaja mucho con la forma de trabajo en Facebook: “El poder de la ingeniería ha unido a 1.700 millones de personas. Queremos usar este poder para hacer cambios sociales. Siempre he pensado que cualquier sistema se puede mejorar y rehacerlo”.
El fundador de la red social repasó cómo en los últimos 100 años la medicina se ha convertido en una ciencia y ha hecho grandes avances. Enumeró la erradicación de la viruela, polio, la prevención de la meningitis o los avances en quimioterapia, antibióticos y tratamientos de insulina. Al mismo tiempo denunció la escasez de fondos: “No puede ser que se den 100.000 dólares para investigar algo. Así solo se consiguen ayudas, pequeños pasos. Sirve para algo a corto plazo y no permite que se creen herramientas”.
Otra dura crítica, que seguramente levantará ampollas en los laboratorios farmacéuticos, tienen que ver con los tratamientos: “Hoy se gasta 50 veces más en tratamientos de enfermedades que en prevenirlas”.
A pesar del optimismo de su visión reconoció que va a necesitar ayuda de más entidades y, sobre todo, la complicidad de la sociedad: “Sé que nos va a llevar años tener herramientas y resultados, pero el futuro de nuestros hijos está en juego. Quiero que la sociedad se involucre para que también presione a los gobiernos”.
La primera inversión de CZI, como se refieren ellos mismos a la fundación, en junio, consistió en 24 millones de dólares en Andela, una empresa que da formación y busca empleo a ingenieros de África. La segunda, este mes, fue de 50 millones de 50 millones en Byju, una startup de India dedicada a la educación en vídeo.
Zuckerberg se despidió con un marcado aire dramático: “Queremos cambiar la vida de la generación de Max, asegurarnos de que no se va a perder una sola alma”. Su evolución como orador es notable. Ha pasado de sonrojarse a buscar la complicidad del público. La pareja remarcó lo especial de este día para ellos. A la presentación asistieron sus familiares y amigos más próximos.
Jiménez Cano Rosa
Septiembre
2016
Fuente: El País