Aunque en primavera la atención turística tiende hacia los magníficos destinos de playa con que la naturaleza dotó a nuestros litorales, México cuenta con un sin fin de opciones para vacacionar, y las 182 Áreas Naturales Protegidas (ANP) son sitios ideales para gozar la naturaleza en su estado más prístino.
En el segundo país con más ecosistemas, cuarto en biodiversidad y noveno en recepción de turistas, el gobierno de la República impulsa el turismo sostenible. Al visitarlas tienes mucho por hacer:
– Parque Nacional Dzibilchalntún, Yucatán. Sumérgete en las cristalinas aguas de los cenotes de Xcalah y observa plantas como la mimosa y las acacia; escucha al cenzontle y observa el nervioso aleteo de los colibríes.
– Sótano de las Golondrinas, abismo de 512 m de hondo, en Tamapatz, San Luis Potosí. Practica espeleología, paracaidismo y rappel. Observa vencejos, pericos y murciélagos que al salir en parvadas giran en círculos concéntricos.
– Barrancas del Cobre. Hogar de la etnia rarámuri, en el estado de Chihuahua. Región de siete barrancas de impresionantes acantilados. El Chepe, tren Chihuahua-Pacífico, te lleva por la red de cañones más extensa y casi dos veces más profunda que la del Gran Cañón del Colorado.
– Islas del Mar de Cortés. Patrimonio Natural de la Humanidad (UNESCO, 2005). Navega entre 900 territorios insulares y nada con lobos marinos. Observa ballenas y delfines, entre otras especies. Conoce Isla Tiburón, la mayor, en Sonora, e Isla Rasa, donde anida el 95% de la población mundial de charrán elegante y gaviota ploma.
– Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar. Descubre una de las regiones más áridas de México, en Sonora, de sorprendente paisaje lunar. El Elegante, el mayor de sus cráteres, presenta un amplio hundimiento. Desde varios miradores observa las oquedades circulares.
– Parque Nacional Izta-Popo. Camina entre bosques de pino donde se yerguen los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Recorre los senderos interpretativos. Entra por La Joya y trepa por las faldas de “La Mujer Dormida”. Regístrate en el Centro de Visitantes de Paso de Cortés.
– Reserva de la Biósfera Banco Chinchorro, en Q. Roo, 30 km mar adentro de Majahual y Xcalak. Practica esnorquel y buceo. En torno al segundo mayor atolón del planeta (70 km de largo por 25 de ancho), observa el cementerio de barcos mercantes que encallaron en siglos pasados.
– Pantanos de Centla, en Tabasco. Observa más de medio millar de especies de plantas en sus casi 303 mil hectáreas, y sorpréndete con las incontables lagunas y deltas de los ríos Grijalva y Usumacinta.
– Parque Nacional Cumbres de Monterrey: Realiza senderismo, espeleología y rappel. Explora cuevas, cascadas y monumentos rocosos.
– Bahía de Akumal. Nada con las tortugas verde y caguama en la Riviera Maya, a 37 km de Playa del Carmen.
– Sierra de Zapalinamé, Coahuila. Observa a las guacamayas enanas, endémicas de la región.
– Reserva de la Biósfera Ría Lagarto en Yucatán. Visita los cenotes que conforman un anillo y avista flamencos, garzas, ibis y otras aves en el humedal.
Sé parte del turismo responsable que aspira a lograr el punto de equilibrio entre impulso económico, desarrollo social y cuidado ambiental.
FUENTE: SEMARNAT