Cuando hablamos de ecoeficiencia en la movilidad del futuro, además de la electromovilidad, aparece un concepto interesante para entender como será el transporte de personas y mercancías en las próximas décadas. Nos referimos a la conducción autónoma.
La conducción autónoma permite que un vehículo sea capaz de imitar las capacidades humanas de conducción y control. Este vehículo autónomo es capaz de percibir el medio que le rodea y navegar en consecuencia. El conductor podrá elegir el destino, pero no se le requiere para activar ninguna operación mecánica del vehículo.
Resulta interesante complementar esta definición con lo que se conoce como los niveles de conducción autónoma. Aunque aparecieron clasificaciones y tipologías previos, nos vamos a fijar en la que propone SAE, organización encargada de regular y estandarizar la movilidad en ingeniería aeroespacial y automoción.
Según esta clasificación existen 6 niveles de automatización en la conducción de vehículos (de 0 a 5 niveles), que vamos a detallar a continuación:
Nivel 0: Sin automatización en la conducción
Este primer nivel se caracteriza por la ausencia de ayudas.
La persona que conduce el vehículo controla todos y cada uno de los aspectos del manejo del vehículo durante el 100% del tiempo que dura el viaje.
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Todas las acciones son realizadas en su totalidad por el conductor
Nivel 1: Asistencia en la conducción
De manera limitada, el vehículo empieza a asumir el control de ciertas tareas.
Pese a que es capaz de captar información del entorno como la posición de otros vehículo o la señalización (horizontal o vertical), el sistema siempre delegará en el humano la decisión final a tomar en cada momento, por lo que se requiere una supervisión total y constante.
Estos asistentes están pensados para hacer los viajes un poco más cómodos y menos tediosos, y sencillamente son una ayuda para mejorar la experiencia de la conducción.
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El vehículo cuenta con sistemas de ayuda a la conducción, como pueden ser el mantenimiento del carril, controles de velocidad adaptativos o no, establecimiento automático de luces de carretera.
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Este nivel está ideado para que el conductor pueda tener una conducción más cómoda, lo que redunda en un incremento en la seguridad vial.
Nivel 2: Automatización parcial
En este nivel empiezan a aparecer capacidades que permiten que el vehículo actúe de forma independiente dentro de unos escenariosestablecidos.
Estos sistemas pueden realizar una o varias tareas antes realizadas por el conductor de forma simultánea.
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Se sigue precisando de conductor, aunque este no realizará permanentemente tareas relativas al movimiento.
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El vehículo cuenta con control de movimiento tanto longitudinal como lateral, aunque no tiene detección y respuesta ante objetos.
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El vehículo ya tiene capacidad de actuar de forma independiente ya que pueden realizar una o varias tareas hasta ahora encomendadas al conductor.
Nivel 3: Automatización condicionada
La diferencia fundamental es que, además de asumir las labores básicas del manejo del vehículo, puede monitorizar el entorno para saber cómo responder ante ciertos imprevistos.
Esto dota al sistema de cierta inteligencia para tomar la decisión más apropiada. El humano sigue siendo un elemento necesario porque el sistema puede requerir de su intervención en determinados momentos en los que el software no es capaz de actuar.
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Todavía se precisa de conductor atento para intervenir, aunque la autonomía es elevada.
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Tiene sistemas de automatización en lo referente al control de movimiento longitudinal y lateral; detección y respuesta ante objetos.
Nivel 4: Alta automatización
Damos un paso más lejos llegando al punto en que no se requiere de la intervención humana en ningún momento.
Los vehículos controlarán el tráfico y las condiciones del entorno, definirán la mejor ruta (incluso las alternativas) y sabrán responder ante cada situación.
Haciendo uso de información externa y de la recopilada a partir de sensores, el sistema hará un mapeado en tiempo real de su entorno y sabrá qué es lo que ocurre en cada momento sin que el humano le diga qué es lo que tiene que hacer.
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No se precisará de la intervención humana en ningún momento ya que el coche será el propio vehículo quién controlará el tráfico y las condiciones del entorno, definirá la ruta o alternativas y responderán ante cualquier situación.
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En el caso de existir algún fallo del sistema principal, el vehículo cuenta con respaldo para actuar y seguir conduciendo.
Nivel 5: Automatización completa
Y por fin llegamos al escenario más evolucionado. El vehículo es capaz de ir a cualquier parte bajo demanda, sin volante, sin pedales, sin mandos de ningún tipo más allá de un interfaz con el que introducir nuestras órdenes.
El nivel 5 significa la deshumanización total de la conducción. Nos montaremos en el vehículo, elegiremos el destino y emplearemos el tiempo del viaje realizando cualquier tareas menos las propias de la conducción.
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El vehículo tendrá la capacidad, bajo demanda realizada a través del interfaz por el que se introducirá nuestras órdenes, de ir a cualquier lugar sin necesidad de volante, pedales, mandos, ya que, el vehículo cuenta con sistemas de automatización a todos los niveles.
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A este nivel la figura del conductor desaparece.
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Cuentan con un sistema de automatización que en caso de fallo se respaldará con otro sistema, por lo que, él mismo solucionará cualquier imprevisto.
Volviendo a la realidad, es necesario recordar que actualmente en el mercado podemos encontrar soluciones equiparables a un nivel 2 debido a las ayudas que incorporan.
En modo experimental, existen modelos en el nivel 3 que en un breve espacio de tiempo estarán a nuestra disposición
Hablamos de propuestas como las de Tesla y Waymo de Google, aunque hay otras marcas como Audi, Nissan y Mercedes que están avanzando en esta dirección con buenos resultados.
Dejando de lado la ciencia ficción, lo cierto es que cada paso entre estos niveles supone años de trabajo, si bien en la última década hemos hecho más avances en este campo que en todos los años de historia de la automoción.
Fuente: Ecointeligencia