Esta idea de que un automóvil pueda conducirse por las calles de manera autónoma y sin conductor humano suena irreal pero ya es un hecho. Google ha trabajado, así como Tesla, en sistemas que pueden tener el control de un automóvil y llevar a los pasajeros a su destino, sanos y salvos.
Probablemente este tipo de esfuerzos se irá refinando poco a poco y pudiese ser que en unos años tengamos pilotos automáticos que puedan realizar esta tarea bastante ingrata a veces, de manejar un auto por la ciudad. Y quizás nos parecerá en algún momento algo normal. Así suele pasar con muchas tecnologías.
Ahora Google está trabajando, aparte del reto técnico que significa poner un piloto automático en un auto, que éste se comporte como los humanos, incluso haciendo sonar el claxon en algún momento. Por ejemplo, en nuestro país el tocar el claxon conlleva muchas veces insultos entre los conductores por cualquier obviedad. Es fácil perder los estribos en el tránsito citadino y a veces el claxon es una especie de desahogo único.
Google está buscando cómo es que los autos con piloto automático deberán comunicarse con los conductores humanos que se encuentren en otros autos sin que esto conlleve insultos o cosas más serias. Google indica que el 94% de los accidentes menores son causados por errores humanos, por lo que la intención es enseñarle a los sistemas automáticos los casos donde el tocar el claxon puede ser útil para alertar a otros autos de la presencia del propio, por ejemplo. Google dice que durante las pruebas que han realizado, han enseñado a los vehículos a distinguir entre situaciones complejas y falsos positivos.
“Al principio solamente jugamos a tocar el claxon dentro del vehículo de manera que el sistema no confundiera a otros. Cada vez que nuestros autos tocaban en claxon, nuestros pilotos de pruebas tomaban nota si el claxonazo había sido apropiado o no. Con esta retroalimentación refinamos nuestro software más”, dice Google.
El vocabulario de los conductores humanos usando el claxon tiene una serie de connotaciones que van desde tocar inmediatamente después de que se cambió del rojo al verde, lo que indica “ya estamos en verde, a ver si te mueves” a asuntos donde hay violencia implícita: “Múévete que estorbas, maldito imbécil”. Por ello Google ha diseñado varios tipos de claxonazos.
“Hemos enseñando a nuestros vehículos a usar diferentes tipos de claxonazos dependiendo de la situación. Si otro vehículo se está echando para atrás y se acerca a nosotros, podemos mandarle uno o dos pequeños claxonazos de manera amistosa, para decirle al otro conductor que aquí estamos. Pero si la situación involucra mas peligro, podemos hacer que se toque el claxon continuamente, sin parar”.
Todo esto suena magnífico, pero a veces no hay nada más satisfactorio que abrir la ventana, sacar el brazo y hacer la Britney señal al conductor que por alguna razón nos cae mal o está haciendo algo que parece impropio.