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Te los hemos mostrado de todos los tipos. Chatos, como el ‘aerogenerador Morcillo’; irreconocibles, sin las clásicas aspas; con forma de colibrí o de cometa o, directamente, como plataformas aerostáticas para capturar energía desde el cielo. Sin embargo, las turbinas, además de ser espectaculares, persiguen un fin y están diseñadas al milímetro para cumplirlo. Por ello, nos detenemos en lo más básico de la energía eólica, para que, además de estar al día de los modelos más rompedores, domines qué es un aerogenerador, cómo funciona y qué puede aportar para la transición hacia un modelo energético más sostenible.
Aerogeneradores, clave para aprovechar la energía del viento.
El aerogenerador sería, a la energía eólica, lo que un panel a la solar: la tecnología que permite el aprovechamiento de una fuente de energía limpia e inagotable, en este caso el viento. Menos extendida que la solar para uso doméstico, la eólica aportó el 4% de la electricidad generada a nivel mundial en 2016, con una capacidad de hasta 466 GW. Además, el peso será creciente, puesto que el margen de crecimiento de esta fuente de energía entre 2017 y 2022 se estima en 321 GW, según la Agencia Internacional de la Energía.
Para que esto se haga realidad, las turbinas eólicas son la pieza fundamental, ya estén ubicadas en la superficie terrestre o en la marina. Pero, ¿cuál es el papel de los aerogeneradores? Pues no es otro que el de lograr que la energía cinética se convierta en energía eléctrica. Para esto, básicamente, lo que consiguen estos sistemas es, a través del viento y del movimiento de las aspas, que la rotación produzca energía. El generador y el transformador que suelen incorporar estos equipos hacen el resto para que de esa operación surja electricidad apta para su uso.
Tipos de aerogeneradores.
Aunque lo más probable es que, al mencionarlos, te venga directamente a la mente esa imagen de turbina vertical que recuerda a los molinos de vientos de antes, no hay ni de lejos un único tipo de tecnología para aprovechar la energía del viento. Esta muestra de algunas de las turbinas más sorprendentes del mundo da cuenta de ello.
Sin embargo, son dos tipos básicos de aerogeneradores los que dominan el mercado: los de eje vertical y los de eje horizontal. Este último es de los más frecuentes y se distingue del anterior, principalmente, porque requiere para funcionar de forma óptima de una orientación adecuada respecto al viento. Con potencias enormemente variables, los modelos de esta alternativa destacan por su coste, generalmente alto, pero también por su eficiencia.
No obstante, los aerogeneradores de eje vertical han ido ganando protagonismo. Como se comentaba, en este caso la orientación no es un factor determinante para el funcionamiento del sistema, como tampoco lo es la altura. Más adecuados para instalaciones de menor tamaño que la tipología anterior, se distinguen además porque su sistema de rotación se sitúa, no paralelo con el suelo, sino en perpendicular a él.
Fuente: ecoinventos