Duran 2 años, se disuelven en agua y son comestibles. Indonesia empieza a escribir el futuro de los envases biodegradables a base de algas.La polémica de estos días sobre las bolsas biodegradables para envolver alimentos frescos en las tiendas es probable que se centre completamente en la equidad de precios y poco en el verdadero problema de los plásticos: la contaminación. Según la Coalición de Contaminación Plástica, alrededor del 33% del total del plástico producido se utiliza una sola vez y luego se descarta, lo que contribuye a la inmensa contaminación global. Frente a esta distorsión, que afecta a la economía y a la sociedad, una de las soluciones para reducir la contaminación es utilizar materiales más respetuosos con el medio ambiente, derivados de recursos renovables y naturales.
Evoware, una empresa de Indonesia, ha encontrado la forma de producir embalajes biodegradables a base de algas marinas, capaces de resistir un máximo de dos años pero solubles en agua caliente y totalmente comestibles.
Según Evoware, el desarrollo de la industria del embalaje a base de algas en Indonesia puede ser estratégica por varias razones: en primer lugar, Indonesia es un gran contaminador de plástico. Desde la isla, alrededor del 90% de los envases biodegradables de los residuos plásticos terminan en el mar, falta industria y cultura de reciclaje. El 70% de estos residuos provienen de los envases de alimentos y bebidas. Otra razón para pasarse a las algas puede resultar ser la primera respuesta, el estado de los productores locales. Aunque es el primer país del mundo en cultivar algas, el sector productivo es extremadamente pobre, las familias que trabajan allí sufren desnutrición y otras dificultades relacionadas con la escasez de recursos.
De las algas, sin embargo, es posible crear envases duraderos y resistentes, explican desde Evoware: los productos de la empresa están disponibles en dos variedades: uno biodegradable, que puede ser utilizado para el envasado de jabones y otros artículos no comestibles, y otro biodegradable y comestible, para ser utilizado como envoltorio de alimentos, por ejemplo para envasar té o cualquier otro producto fresco. El envase comestible, casi insípido e inodoro, se disuelve en agua tibia y se considera nutritivo ya que contiene fibras, vitaminas y minerales. Puede ser personalizado para tener un sabor específico, color o logotipo impreso en la película, es imprimible y termosellable, conforme a las normas HACCP.
Fuente: EcoInvetos