Aplicaciones móviles
Las aplicaciones cada vez permiten más acciones y ‘AirView’, una app desarrollada por la firma sueca Blueair es lo último en control de polución, puesto que la compañía tiene como objetivo educar e informar a la gente sobre la contaminación del aire interior y exterior.
La aplicación AirView, que ya está disponible en varios países de la UE, reúne datos de más de 2.700 estaciones de calibración en 150 países, para proporcionar actualizaciones por hora sobre los niveles de contaminación atmosférica.
El director de operaciones de Blueair cree que las mejoras en la recopilación de datos y la Internet de las Cosas deben combinarse, para dar a los usuarios las herramientas de supervisión de la contaminación ambiental, más avanzadas de la última década.
La idea final es que este tipo de aplicaciones no solo alerte de los síntomas, sino que sea capaz de hacer algo para evitar sus efectos. En este sentido, las aplicaciones emplearán IoT para conectarse a otros sistemas, como el de ventilación para aumentar la calidad del aire.
Pero también será una buena vía para educar a los consumidores, sobre qué causó dichos niveles de contaminación del aire. Ya se trate de vehículos diésel o edificios energéticamente ineficientes, estas aplicaciones pueden impulsar un cambio de comportamiento y crear demanda entre el público, de productos y servicios que mejoren la calidad del aire, en lugar de empeorarla.
Filtros en paradas de autobuses
Los viajeros que se encuentran a merced del transporte público tienen muy difícil la planificación de rutas, que eviten internarse en las zonas más contaminadas de una ciudad. Los frecuentes retrasos en las rutas de autobuses, también contribuyen a la exposición a los gases y partículas.
Body Shop se ha asociado con una organización de investigación científica, para lanzar una nueva tecnología que tiene como objetivo ofrecer hasta un 95% de aire más limpio, en las paradas de autobús de Londres.
Desarrollado por Airlabs, el sistema atrapa partículas a través de un sistema de filtración, para proteger a los pasajeros del alto riesgo de contaminación. El proyecto mostrará el papel que la tecnología puede desempeñar, en la reducción de los niveles de exposición a los que se enfrentan diariamente los ciudadanos de Londres.
Ya están funcionando unidades de limpieza de aire de la tienda The Body Shop, en tres paradas de autobuses en New Oxford Street, Tottenham Court Road y High Holborn y si la iniciativa tiene éxito, podrían instalarse más, en toda la ciudad.
Productividad del carbono
Contrariamente a la creencia popular, el carbono no es intrínsecamente peligroso, de hecho, el proveedor de polímeros de alta tecnología Covestro, lo trata como una materia prima valiosa, que puede mejorar las especificaciones del producto y reducir las huellas medioambientales.
Otra compañía que adopta una mentalidad similar es Graviky Labs, una empresa derivada de MIT Media Lab, que trabaja en la India y emplea las emisiones de los vehículos diésel, utilizándolas como materia prima de su tinte Air-Ink.
Una campaña de Kickstarter busca fondos para el dispositivo “Kaalink”, que según explican sus promotores puede capturar alrededor del 93% de las emisiones de los motores de combustión interna y convertirla en tinta, en solo 45 minutos.
Fuente: ecoticias.com