Académicos y estudiantes de de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) y diseñaron una estufa ecológica móvil, que alcanza en quince minutos 400 grados centígrados y que permite un ahorro de 70 por ciento de leña, desarrollo que abre una opción a los centenares de miles de mexicanos que aún viven en situaciones de miseria o sin acceso a servicios.
Los doctores Nein Farrera Vázquez, profesor investigador del Centro de Investigación en Desarrollo Tecnológico en Energías Renovables (CIDTER) de la Unicach, y Joel Moreira Acosta, director de este centro de investigación, son los creadores de la singular estufa y explicaron que, después del análisis de la funcionalidad y seguridad de las ecológicas que han sido diseñadas en el país, crearon este diseño que se diferencia por su diseño compacto y, por ende, puede ser transportada entre dos personas a diferentes lugares, además de que la cantidad de calor que emite es similar a la de fuego directo, lo que permite una rápida cocción de los alimentos.
Cuenta con una estructura de metal y cemento y un recubrimiento de madera que sirve como aislante. Su diseño permite que el calor no se escape, sino que se trasfiera al comal, elemento fundamental de la cocina en México y que la temperatura que alcance sea similar a la del fuego directo que emite un fogón. Además puede ser usada como horno.
La cubierta de madera ayuda a evitar el calentamiento excesivo que se transmite a las mujeres que son quienes más tiempo utilizan la estufa.
Denominada Ener-chia (de la combinación de energía y Chiapas), esta estufa se alimenta de leña, explicaron, dado que ésta es un elemento que muchas comunidades rurales utilizan como combustible ya que les es accesible en su medio, además de que en algunas zonas las personas no tienen acceso al uso de gas LP, ya que no cuentan con un tanque para almacenarlo o el camión distribuidor no llega a lugares alejados.
Además, gracias al ahorro de 70 por ciento de leña y a que la estufa se mantiene caliente durante tres horas más una vez apagada, se necesita menor trabajo de los usuarios en el acarreo de este combustible y se beneficia la economía de las familias.
Los investigadores dieron a conocer que estudiantes egresados de la Unicach han conformado una microempresa que se dedica a la producción de ecotecnologías, como estufas, biodigestores y deshidratadores solares con el objetivo de hacerlas más accesibles a la población. Actualmente mantienen relación con una red de ocho mil productores que les han hecho pedidos de estufas y otras tecnologías y se encuentran en búsqueda de un sistema que permita otorgar créditos a los usuarios para que puedan adquirirlas a plazos.
Además, la Unicach ha unido fuerzas con la Asociación Muinca con el objetivo de apoyar a comunidades rurales en Chiapas, a través de la cual se han vendido a bajos precios más de tres mil estufas en 20 municipios. El año pasado, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) distribuyó estufas en doce municipios chiapanecos, e incluso en la propia capital, Tuxtla Gutiérrez, en donde existen asentamientos irregulares en el cerro Matumatzá que es cercano al Cañón del Sumidero y en donde es importante que se cuiden áreas protegidas.
La Uniach actualmente ha transferido esta tecnología a la Universidad Politécnica de Guerrero y al Consejo Oaxaqueño de Ciencia y Tecnología, además de que ya cuenta con un registro como modelo de utilidad ante el Instituto Mexicano de Propiedad Intelectual con el objetivo de proteger su autoría.
El doctor Moreira Acosta, director del Centro de Investigación en Desarrollo Tecnológico en Energías Renovables (CIDTER) de la Unicach, explicó que durante los recientes años en él se han venido desarrollando, en colaboración con la Universidad del Valle de México (UVM), diversos modelos de estufas ecológicas que se alimentan con leña, aserrín, biogás e hidrógeno y algunas de ellas son híbridas que combinan combinaciones de aquellos elementos. Actualmente desarrollan una estufa que usa electricidad y leña. Asimismo, han desarrollado biodigestores, deshidratadores solares, sistemas microhidroeléctricos y sistemas fotovoltaicos.
La tendencia es eliminar el uso de leña en las comunidades rurales, explicó, y ante ello en las estufas diseñadas en la Unicach se están incorporando otros combustibles gaseosos como el biogás proveniente del estiércol animal y residuos fecales humanos.
Además, en algunos modelos de estufas que se han producido en esta Universidad se aprovecha el calor emitido desde la chimenea para deshidratar alimentos e incluso para el secado de ropa, necesario ante las constantes lluvias que se registran en el estado.
Las estufas ecológicas evitan el daño a la salud entre las mujeres y niños de las comunidades rurales por el uso de leña, dado que eliminan o disminuyen la emisión de monóxido de carbono, que ocasiona enfermedades como cáncer en los ojos y enfisema pulmonar, Se calcula, aseguró el investigador, un promedio de diez años más de vida de las mujeres rurales en quienes cocinan estufas ecológicas o de otro tipo que las lo siguen haciendo con leña.
La magnitud del desafío social se observa en el hecho de que 50 por ciento de población de Chiapas usa leña, mientras que a nivel nacional 25 por ciento de las personas utilizan este combustible, por lo que se calcula que se necesita 564, 261 estufas ecológicas en Chiapas, sostuvieron ambos desarrolladores.
Fuente: Agencia ID