Las llamamos pajitas de plástico, cañitas o sorbetes y son parte de nuestra vida cotidiana. Están en todas partes actualmente y se usan para todas las bebidas que encontramos en diferentes establecimientos, desde cafés hasta bebidas alcohólicas en un bar. Esa frecuencia de uso se debe a que son accesorios muy cómodos de usar, desechables, que usamos una sola vez, pero lamentablemente, eso le hace un gran daño al planeta.
A raíz de este problema que ha estado escalando a nivel mundial, desde España salió una iniciativa llamada SORBOS, una alternativa biodegradable con un rasgo diferencial: son comestibles.
Uso de las pajitas de plástico en España.
La verdad es que nos encontramos con datos tan sorprendentes, como preocupantes. Nada más en el país se usan y se desechan más de 5000 millones de pajitas anualmente, según investigaciones de la organización Greenpeace.
El consumo de pajitas en toda Europa podría llegar hasta 36.500 millones en este mismo lapso. De hecho, los españoles están a la delantera en su uso dentro del continente, con un promedio de 110 por cada habitante, siendo este un récord del que no deberíamos estar muy orgullosos, porque a diario se echan a la basura 13 millones de estos accesorios de plástico.
Supongamos que el tiempo promedio de uso en una pajita de plástico son unos cinco minutos, así que este corto tiempo se invierte innecesariamente para tener 500 años de estar a la deriva y poder descomponerse por completo. Durante todos esos siglos estarían dañando el medio ambiente y dividiéndose en partículas mínimas (microplásticos) atacando directamente la vida marina, tortugas, aves y hasta a nosotros mismos, al tener alta probabilidad de estar presente en el agua que bebemos.
La ONG que recopiló estos sorprendentes datos pone en advertencia a millones de aves y cientos de mamíferos que podrían morir como consecuencia de todos los plásticos desechados, estimando que para el 2050 haya más plástico que vida marina. Para ese entonces, casi todos los animales lo habrían consumido y lo tendrían rondando en sus sistemas digestivos.
Vale destacar que en tan solo tres décadas estaríamos frente a este resultado tan catastrófico. Este material es demasiado duradero como para aplicarlo en la fabricación de objetos desechables.
La gran solución: pajitas comestibles.
Aquí es cuando algunas personas piensan en cómo revolucionar el mundo y eliminar este problema, por eso SORBOS creó la primera pajita biodegradable, que deleitará a sus usuarios al ser comestible y aromatizada. De esa forma podemos disfrutar de una pajita pero sin dañar el medio ambiente, haciendo de este hábito, una actividad ecológica.
La marca SORBOS no solo hizo que las pajitas fueran comestibles, sino que sacó ocho sabores que van desde el neutro tradicional, hasta limón, manzana verde, lima, chocolate, fresa, jengibre y canela. Los ingredientes son naturales y sin alérgenos, pero al mismo tiempo garantiza que se mantengan rígidos al introducirlos en la bebida.
Este producto es único porque además de todo lo que ya hemos mencionado, también se pueden personalizar con serigrafías. Si tienes un bar o un restaurant y deseas colocarle tu logo, podrías hacerlo fácilmente. Lo mismo para cuando quieres hacer una fiesta o una celebración y tu idea es plasmarles un detalle para darle un toque especial. Funciona para todo, eventos sociales y corporativos.
SORBOS es definitivamente la manera más auténtica de decirle adiós a las pajitas de plástico y empezar con una alternativa realmente entretenida, para olvidarnos por completo de lo que daña nuestro planeta. Es una experiencia que hará crear conciencia a todos sus usuarios, porque cualquiera de sus consumidores se verá interesado en que este producto sea tanto comestible, como biodegradable.
Básicamente, estamos frente a la solución ante un gran problema que se avecina en los próximos años si se continúa usando el plástico de esa manera. Miles de personas han optado por esta maravillosa creación y se han vendido más de 3 millones y medio de unidades en 10 diferentes países. Es un gran paso inicial para una revolución para ayudar al medio ambiente, así que lo más sensato es unirse.
Ya la empresa SORBOS ha sido galardonada, recibiendo el Premi Pimes 2018 otorgado por PIMEC, quienes los reconocieron como la “Microempresa més competitiva” en la 31va edición de esta gala.
Fuente: Ecoinventos