Ahora que la criptomoneda de Facebook, Libra, está en boca de todos, surgen las preguntas. ¿Es realmente una criptomoneda? ¿Es Libra rival para Bitcoin? Pero, ¿qué es Libra? Analicemos esta criptomoneda que ha despertado tanta controversia. ¡Vamos a compararla con Bitcoin! ¿Cuáles son sus diferencias? ¿Cuáles son sus similitudes?
Los medios de comunicación de todo el mundo han reportado sobre el proyecto Libra de Facebook, la gigante de las redes sociales. La compañía anunció recientemente sus planes de lanzar su propia criptomoneda, y todos parecen estar dando el grito al cielo. De hecho, las preocupaciones son muchas. Estas se centran sobre todo en torno a temas como la privacidad de los datos y las actividades ilícitas que podría facilitar su implementación. Incluso, la compañía se vio obligada a defender su proyecto ante una comisión del Senado de los Estados Unidos, y muchas de las autoridades han expresado que Libra en el caso de implementarse sin restricciones implicaría un gran riesgo para el sistema financiero mundial.
Cuando hablamos de criptomonedas, es imposible no mencionar a Bitcoin para utilizarlo naturalmente como una referencia. No es solo la primera criptomoneda de la historia, también es la más popular de todas y la más valiosa en cuanto a capitalización de mercado se refiere. Si bien es cierto que entre Bitcoin y Libra existen muchas similitudes, también es verdad que las diferencias son bastantes.
Al igual que Bitcoin, Libra nace de un libro blanco que explica su configuración. Tecnológicamente hablando, ambas son activos digitales que habitan en Internet, y cuentan con un código. En el caso de Bitcoin, la cadena de bloques es mantenida por los mineros. Los mineros no son otra cosa que una gran red de computadoras interconectadas que validan las transacciones bajo un sistema anónimo y descentralizado. Sin embargo, Libra es diferente.
Facebook, el líder indiscutible de la iniciativa, ha creado la Asociación Libra, un ente conformado por un número limitado de miembros, entre ellos teníamos a Visa, MasterCard, PayPal, eBay, Uber y MercadoLibre. El costo de la membresía se ha estipulado en 100 millones de dólares. Con este pago, los participantes están básicamente comprando una licencia como “validadores” dentro de la red, así como también el beneficio de contar con un voto dentro de la organización, con sede en Suiza, y cuyo papel es servir de rector del proyecto. Cualquiera con un equipo para minar, electricidad y acceso a internet puede ayudar a mantener la red Bitcoin. En el caso de Libra, esto no es así.
Muchos en la comunidad Bitcoin critican a Libra por su alto grado de centralización. Sin embargo, debemos recordar que este proyecto fue concedido por una compañía privada con fines privados. Que hayan escogido la opción de la centralización no debería causar sorpresas. Quizás, sería un poco exagerado decir que Libra no es una criptomoneda por su naturaleza centralista, pero ciertamente no es igual a Bitcoin en este sentido. Eso es cierto.
Más allá de esto, Bitcoin y Libra también difieren en otros aspectos. Por ejemplo, Bitcoin es una especie de “oro digital”. Es decir, Bitcoin es principalmente un instrumento para resguardar valor. Como inversión, indudablemente ha dado excelentísimos resultados. Por supuesto que también es un medio de intercambio muy útil, pero su gran popularidad se debe probablemente a su comprobado éxito como un activo que constantemente está creciendo en valor. Eso no se puede negar.
Libra ha sido diseñada para desempeñar otra función. Ella es un stablecoin, construida especialmente para realizar pagos. En este sentido, mientras Bitcoin se parece al oro, Libra se parece al dólar. Bitcoin es para invertir y ahorrar. Libra es para gastar. En la práctica, esta nueva criptomoneda es más un sistema de pagos que un activo digital como tal. Claro que uno podría realizar pagos en Bitcoin. Así como también se podría ahorrar en Libra. Pero asumo que un inversor inteligente usaría cada una de estas criptomonedas en situaciones claramente diferentes. Después de todo, el precio del Bitcoin depende de la oferta y la demanda. En cambio, el precio de Libra es fijo. Recordemos que Bitcoin es un bien escaso, mientras que Libra está respaldada por una canasta de activos fiduciarios. Solo por eso, sus usos son distintos.
Por otro lado, tenemos el tamaño de las comunidades. La red social Facebook cuenta con más de 2.100 millones de usuarios. Instagram supera los 1.500 millones de usuarios. Whatsapp tiene más de 1.500 millones de cuentas activas. Recordemos de estas tres redes sociales son propiedad de la compañía Facebook. Como verán, el tamaño de estas comunidades es inmenso.
En cambio, las dimensiones de la comunidad Bitcoin son mucho más modestas. En junio pasado, salió un estudio informando que Bitcoin había alcanzado el millón de direcciones activas diarias. Ciertamente, ese número representa un gran logro para la comunidad y un avance importante en materia de crecimiento. Sin embargo, debemos reconocer que todavía la comunidad Bitcoin es sumamente pequeña, comparativamente hablando. Al lado de Facebook, Bitcoin es un hobbit.
Otra diferencia importante entre las dos criptomonedas es el tema de la regulación. Bitcoin es un fenómeno relativamente pequeño y carece de cabeza. Mejor dicho, es un sistema descentralizado sin intermediarios. Lo que en realidad quiere decir que nadie está a cargo, y la necesidad de supervisar a una especie de grupo central con todo el poder y toda la responsabilidad es casi nula. Algo muy diferente ocurre con la Asociación Libra y su criptomoneda. Si a esto le sumamos el enorme tamaño de la comunidad de usuarios bajo el dominio de la compañía Facebook, no cabe dudas que los reguladores no dejarán a esta bestia libre y a la buena de Dios. Seguramente, Libra estará mucho más regulada de lo que Bitcoin podría estar.
En conclusión, se podría decir que estamos ante dos criptomonedas muy diferentes. En realidad, no son competencia una de la otra. En todo caso, podrían llegar a ser sistemas complementarios. Muchos usuarios podrían escoger usar Libra para realizar compras en línea, pero a la hora de invertir podrían escoger Bitcoin en su lugar. Las dos son frutas de la misma canasta, pero no son el mismo tipo de fruta. Una es una manzana y la otra es un limón.
Fuente: Cointelegraph