Relajarse, meditar, estar presente, disfrutar y respirar. Estos momentos, que deberían ser naturales, lógicos, son cada vez más preciados y difíciles de alcanzar. Posiblemente de ahí venga la cantidad de estímulos y planes que aparecen para arrastrarnos a ese estado y el auge de la meditación y la práctica de atención plena o mindfulness. “Son dos técnicas inseparables porque sea cual sea el método o tradición para meditar, el primer paso es entrenar la atención”, apunta la cofundadora de la app Bambú, Cándida Vivalda, titulada en yoga y mindfulness. “Estamos en un momento en el que se busca la satisfacción hacia dentro y se quiere frenar el ritmo, a eso responden los movimientos slow, la comida bio, la responsabilidad ambiental cada vez mayor… Todo va unido”.
Las tiendas de apps se llenan de programas que ayudan a iniciarse en la práctica. Las hay por niveles, de pago, gratuitas, en inglés, en castellano, con textos para descargar y con sonidos de la naturaleza. Las hay incluso que premian con criptomonedas a los que más minutos mediten. Y las startups ya han empezado a explotar el filón y hacer que encaje en todos los perfiles, desde el punto de vista de la salud pero también del rendimiento laboral. Mauricio Morales, cofundador de Bambú, la startup fundada en Madrid, apunta que la meditación, como parte del cuidado personal, es una tendencia al alza y asegura que “a nivel mundial las principales aplicaciones móviles de este sector han ingresado alrededor de unos 24 millones de euros en el primer trimestre de 2018”.
- Desde comer a hacer ‘running’
La mayoría de opciones del catálogo, además de enseñar a meditar, establecen prácticas guiadas para momentos específicos. Por ejemplo, se enseña comer con conciencia. Olga Castañeda está titulada en mindfulness y lo pone en práctica con su proyecto Vive tu cuerpo, en el que enseña a alinear cuerpo, mente y alimentación. “La gente está empezando a sentir interés por esta práctica, por sus efectos en el cerebro y porque se ha alejado un poco del componente religioso”, añade Castañeda, que valora el trabajo de la atención plena para mejorar patologías relacionadas con desórdenes alimenticios.
Y, en la lista de utilidades, una de las más populares es la que se aplica al deporte. Hacerlo de forma consciente ayuda a aguantar más, evitar lesiones, disfrutar y mejorar el rendimiento durante una carrera. Paula Butragueño es entrenadora oficial de Nike, profesora de Jivamukti yoga, instructora de mindfulness y una apasionada del running; lleva tiempo poniendo el running y la meditación en común. “Conocía a demasiada gente que tomaba pastillas para la ansiedad y para dormir”, explica Butragueño. “El deporte no es suficiente, te ayuda a soltar tensión, a desconectar, pero no nos ayuda a conectar con nosotros mismos”. De ahí que haya combinado su pasión de correr con la atención plena. “Pensé en por qué no convertir mis salidas a correr en ejercicios de meditación. Al centrar la atención en la respiración noto avances, veo cómo mi capacidad pulmonar se amplía. Ahora trabajo con la respiración, la carrera y la relajación como un todo con el que mejorar mi forma física, mis entrenamientos, estado anímico y la forma en la que me relaciono con el mundo”.
- Headspace, la madre de todas
Estados Unidos lidera gran parte de los estudios realizados para comprobar los efectos científicos de la meditación, por eso la mayoría de apps se diseñan allí. Los resultados, se recogen desde los años 80. A ellos han contribuido centros como la Universidad de Harvard, el Massachusetts General Hospital y la UMass Medical School Center for Mindfulness in Medical Health Care and Society, con sede en Madrid.
Hay decenas de aplicaciones para aprender a meditar y mantener el hábito. Muchas de ellas, además de explicar bien cómo hacerlo, crean una red de meditadores en línea y se ordenan por temáticas. Una de las primeras y más veteranas es Headspace. También es conocida (y tiene versión en castellano) Calm e Insight Timer, que es elegida por muchos que, además de las meditaciones guiadas, gustan de tener un temporizador que marque los minutos que se sienta alguien a meditar. La australiana Smiling Mind es otro buen ejemplo, fue diseñada por una organización sin ánimo de lucro totalmente gratuita que pretende hacer del mindfulness“una herramienta accesible para todos”. La recomendación de Castañeda, “por su sencillez”, es Elmindfulness app.
- La paradoja de conectarse para desconectar
¿Tiene sentido recurrir a un aparato que nos conecta para desconectar? Cándida Vivalda explica: “Las personas buscamos de forma instintiva el bienestar y una app es la respuesta desde la sociedad digital. Que ocurra en el movil no tiene por qué ser malo, puede ser una herramienta de distracción continua, acelerada y compulsiva pero también puede servir para estar más presentes y centrados”. Olga Castañeda insiste en que las aplicaciones son “herramientas útiles que acompañan”, pero defiende que “lo que realmente engancha es la propia práctica y el compromiso con ella. Frente a eso, no hay magia ni app que valga”. Y advierte de “los peligros” de poner en el mismo plano la meditación y la sociedad de consumo. “La tecnología y la meditación pueden coexistir, sí, pero hay que tener en cuenta la ética de las empresas detrás de ello, que nadie nos venda humo”, resume esta experta.
Aquí van 10 propuestas de ‘apps’ para meditar
- Calm
- Headspace
- Bambú
- El mindfulness app
- Insight Timer
- Buddify 2
- Stop, breath and think
- Aura
- Simple Habit
- Smiling mind
Fuente: Retina el Pais