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Por fuera tienen la forma de una lata de refresco, pero por dentro contienen dispositivos para medir factores de altura, posición, temperatura o humedad. Son pequeños en tamaño, de ahí el prefijo “nano” y su trabajo es colocarse en la atmósfera y simular los protocolos que ocurrirían en un lanzamiento real de satélite artificial.
Son CanSat, pequeños nanosatélites con forma de lata de refresco que son lanzados con drones o globos meteorológicos y que sirven como ensayos para recrear misiones reales de lanzamientos de satélites artificiales y con mayor tecnología.
El maestro Eduardo Velázquez Mora, docente del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), es uno de los impulsores de la fabricación de dispositivos de este tipo y desde hace cinco años colabora en la convocatoria de lanzamiento de nanosatélites a través de un concurso.
El profesor señala que este tipo de actividades es un incentivo para atraer a los estudiantes de licenciatura para que se interesen más en la elaboración de dispositivos como estos. Velázquez Mora explica que los nanosatélites son estructuras cuyo peso oscila entre 100 gramos hasta un kilogramo y pueden ser del tamaño de una lata de refresco.
Durante el aterrizaje se utilizan paracaídas para evitar posibles daños: Crédito Cortesía CanSat CUCEI.“Ha habido nanosatélites que se han realizado a la par entre investigadores y jóvenes universitarios y ha sido motivo para que ellos sientan más curiosidad que siguen desarrollando más adelante en un posgrado”, menciona Velázquez Mora.
Además, la elaboración de estos dispositivos también es más económica, este es otro factor que puede ser aprovechado para impulsar este tipo de estrategias para promover el interés en fabricar dispositivos como los nanosatélites del tamaño de una lata.
En el caso de los nanosatélites de tipo CanSat, las misiones que simulan duran un corto periodo. Durante el tiempo en que se realiza el experimento, los nanosatélites son enviados a más de 500 metros de altura con ayuda de otros dispositivos que sirven como remolque, como drones, proyectiles o globos meteorológicos.
Una vez en el aire, el dispositivo cumple con las actividades para las que fue programado, que puede ser medir factores como altura, humedad, temperatura, entre otros. Esta información es enviada a tierra firme, donde el operador recolecta los datos para elaborar un registro; posteriormente, el CanSat desciende a menor velocidad gracias a un paracaídas equipado.
Una experiencia para los estudiantes
Como desde hace cinco años, la institución ya prepara la convocatoria para el concurso de lanzamiento CanSat CUCEI, el maestro Velázquez Mora relata que en abril se estarían presentando las bases para la nueva edición de lanzamiento de nanosatélites, un concurso dirigido a estudiantes de la UdeG y de otras instituciones de educación a nivel nacional.
En anteriores ediciones se realizó este concurso en la Zona Metropolitana de Guadalajara; no obstante, ante la popularidad que ha alcanzado se optó por buscar nuevas sedes en Jalisco, por lo que se contempla organizar el próximo lanzamiento en la región Valles del estado, a unos 40 kilómetros de la capital jalisciense.
“Son concursos con un máximo de seis alumnos y asesores donde desarrollan tecnología que asemeja y simula ser dispositivos espaciales”, explica el docente, asimismo, detalla que estas actividades se realizan durante los primeros días de octubre y coincide con la Semana Internacional de Aeronáutica.
Para este año, se contempla que las misiones simuladas no solo midan parámetros, sino que también cumplan con un objetivo funcional específico que se establece con base en el contexto internacional, por ejemplo, el año pasado se buscó medir cuerpos de agua para analizar la información en cuanto a la problemática hídrica.
Fuente: Agencia Informativa Conacyt